viernes, 27 de julio de 2007

25 AÑOS DE ESPAÑA'82 (y X)

Casi todo ha cambiado desde 1982. No a mejor en la mayoría de los casos. Pero queda lo eterno. Ahora que los goles parecen ser festejos entrenados, con bailes preparados para la ocasión, todavía cobra mayor importancia esa locura que sólo puede nacer desde la sorpresa. La felicidad improvisada, la única real. Dejó muchas imágenes el Mundial de España. Ninguna como la celebración de Tardelli cuando marcó en la final. La emoción en su grado más alto. El fútbol.

martes, 24 de julio de 2007

25 AÑOS DE ESPAÑA'82 (IX)

En 'El Corazón del Ángel', el director Alan Parker simbolizaba el infierno mediante la imagen de un ascensor en perpetuo descenso. En el documental conmemorativo de los 25 años de España'82, los guionistas de Canal Plus evidenciaron la tragedia que significó para el fútbol la caída de Brasil ante Italia en cuartos mezclando los gestos derrotados de Sócrates y compañía con ráfagas de la posterior demolición del estadio de Sarriá, allí donde se disputó el encuentro que marcó para siempre el futuro del balompié mundial. Italia venció por tres tantos a dos al que seguramente fue el mejor combinado brasileño de la historia después del de México'70. Su apuesta por el espectáculo no ha vuelto a ser igualada en un Campeonato internacional. Pero la eficacia azzurra impuso otro camino. Brasil no se recuperó del golpe hasta algo más de una década después pero ya con otro estilo, el de Dunga, Mauro o Mazinho. Italia sigue igual y cada tanto encuentra motivos para reafirmarse. Pero el fútbol ya no es igual. Aquella derrota canarinha en Barcelona tapió la senda de la creatividad, de la dictadura de la belleza. Un gol oscureció para siempre la imagen de un ascensor en constante ascenso.

viernes, 20 de julio de 2007

25 AÑOS DE ESPAÑA'82 (VIII)

El encuentro más temido de España'82 se jugó cuatro años después en México. Enfrentó a Inglaterra y Argentina y es una de las cimas de la historia del fútbol. También un guiño precavido, porque nadie sabe lo que pudiera haber ocurrido de haberse celebrado en aquel verano ibérico, al mismo tiempo que británicos y argentinos se enfrentaban de forma mucho más cruenta y dramática en las Islas Malvinas. Los sorteos y los cruces evitaron ese choque, así como el que podría medir al conjunto albiceleste con Irlanda del Norte o Escocia, también en guerra al ser parte del Reino Unido. "Posiblemente, el partido se hubiera suspendido o jugado a puerta cerrada", asegura el que entonces era ministro de deportes en el Gobierno de Thatcher en el reportaje que dedica a esta cuestión el último número de la prestigiosa revista inglesa 'When Saturday Comes'. Nunca se sabrá. Pero sí se conoció la terrible manipulación patriótica a la que se volvió a ver sometido el combinado de Menotti, que defendía el título logrado en su país en el 78, durante lo peor de su dictadura militar. Aquel éxito sirvió para apagar los ecos de la barbarie. Sin embargo, España'82 sí descubrió las miserias de los 'milicos'. Los jugadores abandonaron Argentina rodeados de triunfalismo patriótico. Al llegar a suelo europeo descubrieron que tenían la guerra perdida, una información radicalmente contraria a la que les facilitaban en casa. En ese ambiente firmaron un sonoro fracaso futbolístico. Perdieron el Mundial. También las Malvinas. Afortunadamente, ahí empezaron a ganar la dignidad. Cuatro años después, Maradona levantó la Copa en el Azteca. Ya no gobernaban los militares.

(Hoy se ha conocido el fallecimiento del escritor argentino Roberto Fontanarrosa, autor de numerosas obras maestras y fanático hincha de Rosario Central, que convirtió el fútbol en tema central de algunos de sus escritos, como el referencial cuento '19 de diciembre de 1971'. Un genio de la literatura y el humor. Al mismo tiempo, en España han secuestrado el último número de la revista satírica 'El Jueves' por "injurias al Rey". Mal día para sonreír.)

lunes, 16 de julio de 2007

25 AÑOS DE ESPAÑA'82 (VII)

Uno de los episodios más absurdos de la historia de los Mundiales y sin duda el más delirante de los muchos que se vieron en el 82 (arbitraje de Lamo Castillo a la URRS, el tongo de Alemania y Austria, los diez goles a El Salvador, la selección española en sí...) fue aquel que protagonizó un jeque de Kuwait durante el partido de su equipo contra Francia, cuando amenazó con sacar a sus jugadores del campo si no se anulaba un tanto que los galos habían conseguido después de que el sonido de un silbato, salido de la grada, llevara a la confusión a sus inexpertos rivales. Pero lo peor no fue el airado comportamiento del dictadorzuelo acostumbrado a mandar sin oposición, sino la pleitesía de los encargados del orden, que en vez de ignorar o detener al mandatario kuwaití habilitaron un puente de plata para sus caprichos. El colegiado anuló el gol en cuanto éste pisó el césped. Y la policía le dejó moverse con total impunidad, mientras se dedicaba a amenazar y frenar a periodistas, cámaras e incluso al seleccionador francés, asombrado ante el esperpento. En el fondo, aquello no fue más que una constatación de lo peor del ser humano: su miedo ante la presencia amenazante de alguien con poder y dinero. Temor que se traduce en servilismo. Y en ridículos de este estilo. Por cierto, el árbitro fue suspendido a perpetuidad. El jeque falleció unos años después durante la primera guerra del Golfo Pérsico. Y la policía española dejó de vestir de marrón.

viernes, 13 de julio de 2007

25 AÑOS DE ESPAÑA'82 (VI)

A Coruña acogió tres partidos del Mundial. Riazor fue reformado a fondo para la cita, lo que supuso la voladura de la histórica grada elevada y la aparición de unas pistas de atletismo después muy protestadas, por lo que desaparecieron a los tres lustros. Aquellos partidos de Polonia, Perú y Camerún apenas encuentran eco en los recordatorios actuales, pero sí tuvieron su importancia. En el grupo con sede en Galicia (que completaba Italia) agradó Camerún, lo que significó la primera llamada de atención del fútbol africano, que sugería así un salto de calidad que sigue su curso, aunque más ralentizado de lo que muchos anunciaron. También Polonia reclamó su sitio y de hecho acabó tercera. Dos de los cuatro primeros clasificados del campeonato arrancaron en el Noroeste, un dato bastante esquinado en las visiones globales, quizá haciendo bueno el tópico de la marginación galaica pero más bien debido a que ya por entonces la anécdota bizarra (hubo muchas en los primeros partidos de España'82) le empezaba a ganar terreno a los acontecimientos, convirtiendo en pelea lo que debería ser complementación. En todo caso, A Coruña también tuvo su momento delirante. Lo protagonizó un perro callejero, que se paseó relajado por el césped de Riazor durante un encuentro de Perú. La clásica tranquilidad gallega, se supone.

miércoles, 11 de julio de 2007

25 AÑOS DE ESPAÑA'82 (V)

A España le tocó en suerte un grupo sumamente sencillo en la primera fase. Sus rivales fueron Honduras, Yugoslavia e Irlanda del Norte. Con ayuda arbitral empataron y vencieron, respectivamente, a los dos primeros. Decepcionante. El fiasco llegó contra los terceros. La selección de los seis condados de la isla verde bajo mando británico derrotó a los locales, con un gol de Armstrong, y logró así un histórico acceso a la segunda fase que ni ellos mismos esperaban. Para entender aquel resultado también hay que remontarse a la angustia que rodeó la preparación de los españoles, encerrados en su hotel por miedo a los atentados. Por el contrario, sus rivales vivieron la experiencia junto a sus mujeres y rodeados de cerveza. Muchos de sus jugadores se tomaban una mientras disfrutaban de la piscina pocas horas antes del partido. Al mismo tiempo, la selección española se resguardaba en su búnker, temerosa del apocalípsis. Muy distintos unos de otros. Y si algo demuestra aquella dicotomía es que a veces lo importante no es sólo el problema sino la actitud con que se afronta. El temor a ETA construyó muros de paranoia que agarrotaron al equipo español. Los irlandeses protestantes (los católicos del Ulster no reconocen esa selección), también podrían adoptar medidas similares por la amenaza del IRA (preparado para actuar fuera de sus fronteras, como hizo en varias ocasiones) pero optaron por la seguridad cabal y por gozar de su participación en la gran fiesta mundialista. Los resultados ahí están. Unos padecieron una humillación legendaria. Otros lograron un hito histórico que todavía se recuerda en los murales de las zonas lealistas de Belfast. Y es que la obsesión por el terrorismo ni soluciona nada ni es un buen acompañante, como aún es patente un cuarto de siglo después. Por lo menos, en el estado español, porque Irlanda del Norte ya ha ganado también ese partido.

domingo, 8 de julio de 2007

25 AÑOS DE ESPAÑA'82 (IV)

La mirada retrospectiva hacia el Mundial de 1982 no sólo desvela cambios sino también situaciones enquistadas, que han permanecido casi invariables durante este último cuarto de siglo. La terrible violencia originada desde el problema vasco, y la cuestión territorial (con lo que ella pueda afectar en la maldición histórica que arrastra la selección española) ya se mostraban en todo su dudoso esplendor por entonces. Los jugadores de aquel fracasado equipo hispano reconocen ahora que su preparación fue un desastre y que vivieron semanas rodeados de paranoia por culpa de las medidas de seguridad. El miedo a un atentado de ETA (agrandado por la masiva presencia de vascos en el equipo, alguno de los cuales escondía la bandera rojigualda de sus medias y cuya práctica totalidad había disputado algún amistoso con la selección de Euskadi, que ya contaba entonces con muchos apoyos en busca de la oficialidad) se juntó al que provocaba la convulsa delicuencia social de los 80, que había puesto su mirada en el fútbol como se demostró con el secuestro de Quini. Además, el involucionismo de extrema derecha aún coleaba y la entrada en la OTAN tenía a la izquierda radical tirándose de los pelos. Por lo tanto, el país que se presentaba como brillante organizador de cara al mundo se topaba con un terremoto cada vez que se miraba el ombligo. Se constató por medio de aquella selección de Santamaría, que sobre el campo jugó ahogada por el pánico, tal y como la habían obligado a vivir durante dos meses.

viernes, 6 de julio de 2007

25 AÑOS DE ESPAÑA'82 (III)

Aquellos de 1982 eran tiempos de menos prisas. Se vivía a un ritmo más tranquilo, lo que aplicado al fútbol ofrecía lecciones de éxito de las que casi nadie parece haber tomado nota, porque ahora serían imposibles de imitar. Italia ganó el Mundial. Su máximo goleador (y también del campeonato) fue Paolo Rossi. El seleccionador Enzo Bearzot le concedió la titularidad a pesar de que venía de una larga inactividad debido a una sanción por una trama de juego y corrupción futbolística. En los primeros partidos, Rossi no vio portería y su equipo superó el corte del grupo gallego por los pelos y sin merecerlo. En la actualidad y ante un panorama similar, Rossi no hubiera durado en el once inicial ni dos partidos. Pero la prudencia obró el milagro. El ariete italiano estrenó su casillero al cuarto encuentro. Y eliminó con tres goles a un Brasil maravilloso. Después marcó dos tantos en la semifinal y uno en la final. Campeón y Pichichi. Gracias a la fe y a la paciencia, ese valor olvidado. Y añorado.

miércoles, 4 de julio de 2007

25 AÑOS DE ESPAÑA'82 (II)

Todas las grandes culturas futbolísticas tienen su antihéroe, aquel llamado para la gloria que se quedó a un paso, aquel que la abrazó para abandonarse en sus brazos. Los síntomas hablan de desprecio popular, suicidios, autodestrucción adictiva, soledad final... características muy semejantes a las de cualquier juguete roto de otro ámbito, de la literatura por ejemplo. El caso más conocido es el de Moacyr Barbosa, el portero brasileño que encajó los dos goles del dramático 'maracanazo' que impidió el triunfo local en Brasil'50 y que fue ignorado y culpado por su país hasta el último de sus días. España también tiene su Barbosa, a un nivel menor pero igualmente duro porque la derrota también se convirtió en un drama humano. José Emilio Santamaría fue el seleccionador de España en el 82. Firmó un tremendo fracaso. La prensa, la afición, todos los estamentos futbolísticos le culparon del fiasco. Y, como él reconoce, se dejó ir. Abandonó el fútbol para siempre y pasó seis años inmerso en sombras personales. Pero su caso, al contrario del de los antihéroes de otros lugares, sigue siendo un gran desconocido. No hay libros que lo hayan instalado en el imaginario popular, incluso como forma de homenaje. Eso puede darse en Brasil. Pero no en una España con históricos y exagerados aires de grandeza que se ha acostumbrado a negar y esconder a los perdedores, sin ni siquiera concederles el mérito de ser una buena historia triste.

martes, 3 de julio de 2007

25 AÑOS DE ESPAÑA'82 (I)

Contar bien el fútbol es algo que durante muchos años estuvo mal visto o se consideró innecesario. Por eso la prensa escrita de deportes vivió tanto tiempo sometida al folclorismo fácil, estado del que no ha acabado de salir del todo. En lo audiovisual la situación ha mejorado bastante. Y si a alguna tele debe algo el balompié del estado español es a Canal Plus. Con su moderno enfoque de cámaras y narraciones dignificó y ensalzó un espectáculo que hasta entonces se seguía viendo en blanco y negro, sólo que coloreado. A día de hoy y a pesar de haber sido suplantada por Cuatro en los mimos de Prisa, la cadena codificada mantiene el buen gusto (obligado en cierta manera al estar sometida a la democracia elitista del pago) y lo ha demostrado con motivo del 25 aniversario del Mundial disputado en España en 1982, que ha celebrado con un documental magnífico de visión obligada para todo aquel que quiera constatar los cambios y las inmovilizaciones del fútbol y su sociedad en el último cuarto de siglo. Porque aquel fue un campeonato peculiar. Habrá que hablar de él.