miércoles, 26 de septiembre de 2007

AFASIA BLANQUIAZUL

La afasia es una enfermedad que anula la capacidad de comprensión por medio del lenguaje hablado. Sin embargo, es común que los que la sufren desarrollen un extraordinario sentido para leer las sensaciones que desprende el comunicador. En uno de sus libros ('El hombre que confundió a su mujer con un sombrero') el neurólogo Oliver Sacks relata como un grupo de enfermos de afasia se tronchaban de risa mientras veían por televisión un discurso del presidente de los Estados Unidos, por entonces Ronald Reagan. El mandatario hablaba de prosperos horizontes adornado por una prosa conmovedora. Pero los pacientes, que no entendían lo que decía, sí comprendían la realidad que estaba detrás de las palabras. Y se daban cuenta de que era todo mentira, lo que les encendía la carcajada. Si el pasado lunes, estas mismas personas hubieran podido presenciar las declaraciones televisivas del presidente del Dépor, quizá no se tirarían por el suelo, pero alguna que otra sonrisa habrían lucido. Porque mientras huía de la sana autocrítica, Lendoiro hablaba de grandes aciertos en su política actual. A los tres días, su equipo volvía a mostrar todas las carencias que el dirigente quiere ocultar y ayudado por un par de errores defensivos caía con su cara más triste ante el Recreativo de Huelva (0-2).

domingo, 23 de septiembre de 2007

CON EL CINTURÓN PUESTO

Antes el Dépor se gustaba a la hora de lucir carrocería, adelantaba de manera fulminante a los compañeros de viaje, llegaba siempre en hora y hasta bajaba las ventanillas para que todos escucharan su música. A pesar de tanto lujo, nunca perdía de vista las normas básicas de seguridad. Más bien, se podía permitir casi todo gracias a ellas. Siempre llevó el cinturón puesto, lo que traducido al fútbol se dice defensa. La constante de los mejores años años blanquiazules ha sido una magnífica zaga. La de los actuales tiempos de supervivencia, también.

El Dépor arrancó un punto en el campo del Getafe (0-0) tras un partido discreto en el que los porteros se ganaron las medallas al abortar las pocas ocasiones existentes, que para algo ellos son el pilar más importante de cualquier defensa. La de Lotina va encontrando el punto, sobre todo en el caso de Aouate, Coloccini y Lopo, impecable en el campo madrileño. Si la retaguardia mantiene ese buen nivel, el Dépor vivirá como ahora, tranquilo. Resguardado de esos temidos accidentes que envían a la cuneta.

martes, 18 de septiembre de 2007

JÓVENES

A veces no se sabe si tiene más influencia el fútbol sobre la vida o viceversa. Resulta que ahora el Gobierno de Zapatero promueve una medida electoral con la que avanza jugosas subvenciones para el alquiler "para jóvenes". Pero resulta que el límite de la juventud se cierra en 30 años. Como los futbolistas, que a partir de esa edad empiezan a ser considerados veteranos. Pero ¿realmente ya se es mayor a partir de los 31? Sobre el césped puede ser, aunque tiene matices. Fuera de él, considerar autosuficiente en lo económico por la gracia de la madurez a alguien de 31 (y más en este paraíso de salvaje neoliberalismo) suena a injusticia. Aunque si se trata de hacer populismo ¿qué mejor que copiar al multitudinario fútbol?

domingo, 16 de septiembre de 2007

LA PICARDÍA RESUCITA AL DÉPOR

Uno de los factores que más desesperaban a Caparrós durante sus años deportivistas era la incapacidad para trasmitir a los futbolistas algunas útiles creencias. Entre ellas, la trampa venial. Les faltaba picardía a sus jugadores. No la tenían los veteranos y tampoco se empapaban de ella los chavales. Ahora, Lotina puede presumir de que ha sido esa cualidad la que ha resucitado a su equipo, que enderezó su dudoso rumbo tras vencer al Betis (1-0) con un gol de pequeño pícaro, el que anotó Andrés Guardado al inicio del encuentro.
Un balón colgado desde la esquina que parecía fácil para la defensa andaluza vio aparecer la pierna trilera del mexicano, que batió así a Ricardo y sirvió en bandeja un relajante que permitió que el Dépor mostrara una agradable cara y venciera a un Betis construido con mimbres caros que sin embargo sugieren una rápida rotura. Tuvieron sus ocasiones los andaluces, como las protagonizaron los locales, que dispararon a puerta en noventa minutos el triple de veces que en los 180 antes jugados. Notable mejoría y tres puntos. Muy correcto. No es para lanzar cohetes pero ya no se solicita eso. Sólo jugar lo mejor posible, sumar y ser listo. Como el pícaro Guardado.

martes, 11 de septiembre de 2007

BICIS DE GALICIA

En medio de la indiferencia general se sigue disputando la Vuelta a España, que este año comenzó en Galicia. Y, como en representación de un hecho diferencial, ha sido esta comunidad la única que se ha volcado con la competición, sumida desde hace años en un desnivel llevadero pero continuo, de difícil solución en vista de la crisis universal que sacude a un deporte ensuciado por el doping, trampa que ha golpeado de lleno su poder más seductor: la épica del esfuerzo sobrehumano, ahora sospechoso de artificialidad. Sin embargo, las cunetas de Galicia se poblaron de personas que querían ver pasar eso que antes se conocía como "serpiente multicolor". Después, al llegar a Asturias, la cima de los históricos Lagos de Covadonga estaba casi desierta. Porque es ahí donde se mide la pasión por el ciclismo. En los esfuerzos de sus seguidores. Como los de los vascos, capaces de recorrer kilómetros de ascensiones para colorear de naranja (los colores del Euskaltel) los montes de los Pirineos. Allí el ciclismo mantiene su dignidad popular, pero es la excepción, en otros lugares se han cansado y desertan. ¿En Galicia? Crece tímidamente la afición gracias a fenómenos como Óscar Pereiro o la creación de un equipo profesional, pero que nadie se engañe. Si la gente se echó a las calles es porque las villas del Noroeste galaico siguen sedientas de algo que les saque de ese aburrimiento vital que las está despoblando. Cuando se les da, se entregan. Ojalá ocurra más veces. Y con cosas más importantes.

jueves, 6 de septiembre de 2007

INTERRUPTUS

El fútbol de clubes se ha detenido para dejar paso a las selecciones. En España ese freno adopta formas de sombra porque la atención se ha desviado al baloncesto, donde el combinado estatal es anfritión del Europeo defendiendo el Oro ganado con brillantez en el Mundial del pasado verano. Y es que, como en tantas cosas, a la hora de los calendarios también el baloncesto es ejemplar. Todas las competiciones internacionales se disputan en dos meses estivales, evitando interrumpir las Ligas. Pero en el fútbol manda la ambición y la glotonería y así vive amontonado, desordenado, pegando continuos gatillazos. A este paso acabara impotente, quizá a semejanza de algunos de sus más flamantes rectores.

domingo, 2 de septiembre de 2007

FOGONAZOS DE SUPERVIVENCIA

Uno de los peligros que se esconden detrás de los anuncios de cambios es el de que esas expectativas sirvan también para remarcar las semejanzas con el pasado. Algo así le puede estar ocurriendo al Dépor de Lotina, que arrancó un punto de Valladolid (2-2) en un partido en el que sólo se mostró a buen nivel en el inicio de la segunda parte y que salvó sin derrota gracias a dos fogonazos aislados de Taborda y Riki, que igualaron los goles anotados por García Calvo y Sisi.
Un centro a la olla que remató el titular Taborda y un lanzamiento lejano que Riki coló en la portería rival con la fortuna como colaboradora. Ese fue el balance del conjunto blanquiazul, que por lo demás volvió a sufrir para crear y se mantiene a merced de las jugadas aisladas, donde sí se topó con la buena nueva de la puntería, ya que de tres tiros entre las mallas convirtió en gol dos. Salvadora noticia, ya que una caída en Pucela hubiera subido el sonido de las alarmas, que ahora por lo menos permanecerán silenciadas durante dos semanas (la competición se para), tiempo que se supone muy útil para perfilar esos cambios a mejor que Lotina y sus chicos insisten en prometer pero que por ahora no acaban de llegar. Lo que sí han aparecido son los puntos. A base de arreones. Como pasaba con Caparrós. Para salvarse puede llegar. Para disfrutar resulta más dudoso.