viernes, 13 de julio de 2007

25 AÑOS DE ESPAÑA'82 (VI)

A Coruña acogió tres partidos del Mundial. Riazor fue reformado a fondo para la cita, lo que supuso la voladura de la histórica grada elevada y la aparición de unas pistas de atletismo después muy protestadas, por lo que desaparecieron a los tres lustros. Aquellos partidos de Polonia, Perú y Camerún apenas encuentran eco en los recordatorios actuales, pero sí tuvieron su importancia. En el grupo con sede en Galicia (que completaba Italia) agradó Camerún, lo que significó la primera llamada de atención del fútbol africano, que sugería así un salto de calidad que sigue su curso, aunque más ralentizado de lo que muchos anunciaron. También Polonia reclamó su sitio y de hecho acabó tercera. Dos de los cuatro primeros clasificados del campeonato arrancaron en el Noroeste, un dato bastante esquinado en las visiones globales, quizá haciendo bueno el tópico de la marginación galaica pero más bien debido a que ya por entonces la anécdota bizarra (hubo muchas en los primeros partidos de España'82) le empezaba a ganar terreno a los acontecimientos, convirtiendo en pelea lo que debería ser complementación. En todo caso, A Coruña también tuvo su momento delirante. Lo protagonizó un perro callejero, que se paseó relajado por el césped de Riazor durante un encuentro de Perú. La clásica tranquilidad gallega, se supone.

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