lunes, 16 de julio de 2007

25 AÑOS DE ESPAÑA'82 (VII)

Uno de los episodios más absurdos de la historia de los Mundiales y sin duda el más delirante de los muchos que se vieron en el 82 (arbitraje de Lamo Castillo a la URRS, el tongo de Alemania y Austria, los diez goles a El Salvador, la selección española en sí...) fue aquel que protagonizó un jeque de Kuwait durante el partido de su equipo contra Francia, cuando amenazó con sacar a sus jugadores del campo si no se anulaba un tanto que los galos habían conseguido después de que el sonido de un silbato, salido de la grada, llevara a la confusión a sus inexpertos rivales. Pero lo peor no fue el airado comportamiento del dictadorzuelo acostumbrado a mandar sin oposición, sino la pleitesía de los encargados del orden, que en vez de ignorar o detener al mandatario kuwaití habilitaron un puente de plata para sus caprichos. El colegiado anuló el gol en cuanto éste pisó el césped. Y la policía le dejó moverse con total impunidad, mientras se dedicaba a amenazar y frenar a periodistas, cámaras e incluso al seleccionador francés, asombrado ante el esperpento. En el fondo, aquello no fue más que una constatación de lo peor del ser humano: su miedo ante la presencia amenazante de alguien con poder y dinero. Temor que se traduce en servilismo. Y en ridículos de este estilo. Por cierto, el árbitro fue suspendido a perpetuidad. El jeque falleció unos años después durante la primera guerra del Golfo Pérsico. Y la policía española dejó de vestir de marrón.

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