sábado, 31 de marzo de 2007

TEORÍA ENLOQUECIDA

(Publicado hoy en La Opinión A Coruña)

LA CONSPIRACIÓN CULÉ

Rodri Suárez

España es un lugar con larga tradición en el humor negro. También en el absurdo sin gracia. Y en la mezcla de las dos cosas. Nada se escapa a esas tendencias. Ni siquiera las tragedias. Mucho menos la política y el fútbol, dos de los pasatiempos preferidos de los crispados y también de un montón de gente coherente, por fortuna. Esa perplejidad por la cual aquí nunca se sabe si reír o llorar es claramente visible estos días a partir de un hecho tan dramático como debería ser el juicio por la matanza de Madrid el 11 de marzo de 2004. Sin embargo, intereses privados convierten la acción judicial en un coro de chistes disfrazados de verdad oculta. Es la teoría de la conspiración, una creencia que por ahora parece disparatada por la falta de pruebas y que se basa en la supuesta firma de macabros acuerdos entre Al Qaeda, ETA, miembros de la policía contrarios al PP y el PSOE para organizar un sangriento atentado destinado a facilitar la derrota electoral de Aznar y Rajoy. Tiene pinta de delirio. Pero puestos a abundar en el esperpento es de obligación paródica incidir en la otra pata del oscuro conclave, inexplicablemente olvidada por los salvadores de la patria. Y más ahora que el Deportivo le rinde visita. Que la ironía le proteja.

El 11-M y su inaudita gestión simbolizan el fin de una etapa que muchos denominan aznarismo. En lo futbolístico fueron días de blanca galaxia. Sólo Valencia y Dépor opusieron resistencia con éxito al intento de monopolio triunfador que encabezó Florentino Pérez a los mandos de un renacido y millonario Real Madrid. Por entonces, su máximo rival histórico, el Barça, recorría caminos de crisis bajo la desafortunada gestión de Joan Gaspart. Eran tiempos de Raúl y Zidane, no de Puyol y Saviola. De ello disfrutaban José María Aznar y Mariano Rajoy, ambos madridistas. Del primero eran célebres sus reuniones en La Moncloa con amiguetes (entre ellos el ex futbolista Tronquito Magdaleno) para presenciar los partidos de los merengues entre suaves ingestiones de tinto e ibéricos variados.

El Madrid se dirigía a un histórico triplete a principios de marzo de 2004. Dominaba en Liga, Copa y Champions. Hasta que un barcelonista de León apellidado Zapatero ganó las elecciones generales tres días después del horrible ataque a los trenes. En esas fechas empezó a cambiar el ciclo histórico del fútbol español. Comenzó la caída del equipo del presidente saliente, que poco a poco sería sustituido en los gozos por el del nuevo gobernante. Por lo tanto y en base al disparate, el Barça también podría formar parte de la conspiración.

Tres días después de la victoria de Zapatero en las urnas, el Real Madrid perdió la final de Copa ante el Zaragoza. Posteriormente, se quedó en la cuneta en Europa y se desplomó en Liga. Desde entonces, no ha vuelto a tocar un título. Por su parte, el Barça cosechó dos campeonatos domésticos, una Champions y este año, sin ser el más brillante, pugna por el doblete español. Todo desde aquellas semanas de dolor, disputa y cambio político. Son pistas para un buen conspiranoico.

Joan Laporta es el presidente blaugrana que puede presumir de esta gran época culé. Nunca ha renegado de su condición de nacionalista catalán. Por lo tanto, si los teóricos de las ramificaciones izquierdistas del 11-M son consecuentes deberían suponer que Carod Rovira fue su emisario para formar parte de la trama cuando protagonizó aquella triste reunión con ETA en Francia. Así se habría alcanzado el pacto que instauró el régimen barcelonista. A partir de ahí, barra libre. Incluso contactos entre Trashorras y Oleguer.

Tal vez pronto algunos sugieran cosas del tal calaña. Mientras, la normalidad impone que fue el hastío y la prepotencia lo que liquidó la gran época galáctica. Y que en poco tiempo le pasará lo mismo a este enorme Barça. Lo otro es eso, humor negro. Lo malo es que no se sabe si es para reír o, más bien, para llorar.

jueves, 29 de marzo de 2007

DIRECTIVOS

(Publicado hoy en La Opinión A Coruña)

MANÍA PERSECUTORIA

Rodri Suárez

Aunque no se corresponde exactamente con la definición académica, por secta todo el mundo suele entender a un grupo de gente tirando a minoritario que se vertebra alrededor de un líder, sobre el que construyen una muralla aislante, y que hace de su creencia un dogma intocable. Son los demás los que están equivocados, y ellos tienen la culpa de todos los males existentes. Pues vale. Todo el mundo está en su derecho de pensar lo que quiera. Otra cosa es que traten de robar sentimientos o caigan en el insulto metódico. Entonces lo que pertenecía al campo de lo ideológico pasa al de la repugnancia.

El actual presidente del Dépor tendrá un lugar preferente en la mejor historia del club. Ni siquiera un gris final podrá negar esa realidad, siempre y cuando no se empeñe demasiado en hacerlo, que se empieza a pensar que sí. Porque Lendoiro, cuya parte de culpa es evidente, vive rodeado de una especie de secta (con algunas y escasas honrosas excepciones) que no sólo está empecinada en ser más papista que el Papa, típica señal de mediocridad, sino que protagoniza estos días algunos de los capítulos más repugnantes de los últimos lustros de un club que, por otra parte, pertenece a miles de accionistas y aficionados a pesar de que algunos lo consideren un coto privado. Coto de caza, además.

El episodio más reciente tuvo lugar ayer en el juzgado de Betanzos en el que se trataba la agresión de Taborda a un informador de un periódico local. Allí, el consejero y responsable judicial del Deportivo pareció justificar una acción violenta en base a una crítica periodística y también sugirió que existe demasiada libertad de prensa aludiendo a la presencia de medios en la sala, permitida por el juez. Suena a fascismo puro y duro. Garrote al que piensa distinto y censura. Para vomitar. Sin embargo, esa no es la única. También ayer el club respondía a las intenciones de marcha de Caparrós por medio de su ariete crispador en forma de vocero. Le recordaban al técnico que si no cumple su contrato podrían impedirle trabajar en España durante un año. La razón legal les asiste, cierto. Pero tiene pinta de amenaza velada. No parecen formas aunque tampoco sorprenda. Últimamente, han usado ese mismo vehículo para promover una especie de caza de brujas en el cuerpo médico a raíz de una filtración informativa. Y hay más capítulos, como el desprecio a los accionistas que piden trasparencia. Y otros.

Todos son malos menos ellos. Una pena porque el Deportivo es un bien público, del colectivo. Deberían saberlo en la Plaza de Pontevedra. Vale que podrían recibir más ayudas, pero así ellos mismos las frenan. Tal vez es la hora de que abandonen la manía persecutoria y recuperen la cordura. Porque ya parecen aquel loco del que hablaba Saul Bellow y al que cuando le dijeron que era un paranoico respondió: “Quizá, pero eso no les impide conspirar contra mí”.

miércoles, 28 de marzo de 2007

EL PRECIO DE MADRID

Con la milonga del Estado Autonómico se suelen tachar de anacrónicas las acusaciones de centralismo. Pero los hechos, como siempre, son los que dan y quitan razones, no las frases hechas. Ayer, un novedoso programa televisivo mostró al Presidente del Gobierno enfrentándose a las preguntas de 100 ciudadanos (el día que se haga eso con el Rey sea creíble el toque democrático que se le quiere conceder al asunto). Como la reseñable anécdota está suplantando al enfoque, pues la mayor huella que dejó la entrevista colectiva fue el supuesto fallo de Zapatero al decir que un café vale alrededor de 0,80 euros. Resulta que en bastantes ciudades y sobre todo en Madrid cuesta algo más. En muchísimos otros sitios sí existe un precio similar al que indicó el presidente. Pero parece que sólo existe Madrid. Lo prueban las encuestas televisivas que hoy realizaron algunos reporteros. Todas hechas en la capital. Allí anda por 1,20.

En fútbol pasa algo parecido. Los 'popes' de los grupos de opinión viven en el centro imperial (ciudad repleta de virtudes, también). Y en base a esa visión sesgada juzgan y presionan. El deportivista Arizmendi es un jugador correcto, con más futuro que su buen pero limitado presente. Pero le llegó hacer un partidazo contra el Real Madrid para ser internacional español y que el Atlético pretenda repescarlo. A esas exageraciones reduce todo el centralismo. A que los demás sólo existan cuando se relacionan con el lugar que manda.

lunes, 26 de marzo de 2007

LOS COLORES DEL MIEDO

Jugó la selección española el sábado en Madrid, en el Bernabéu. Lo narró Jose Ángel de la Casa, del que recordaban en el Especial TV de El Jueves como fue capaz de cantar el gol de Señor ante Malta (en esa proeza con pinta de tongo) "casi como si fuera un gol del Real Madrid". El partido debió ser bastante mediocre y se resolvió con victoria local por dos goles a uno. Dicen las crónicas que los españoles se mostraron timoratos y asustados en la segunda parte cuando Dinamarca, con diez, se acercó en el marcador. Después de la ducha, jugadores como Capdevila o Villa reconocieron que "les afectó el miedo".

El choque congregó a 80.000 seguidores en el campo madridista. Casi todos portaban una rojigualda bandera. No se veían tantas desde la última manifestación del PP. Muchos comentarios desde los 'progresistas' o desde la izquierda se refirieron al tono 'guerracivilista' de aquella concentración política, con numerosas actitudes de extrema derecha. "Dan miedo", se dijo.

Y yo me pregunto: ¿Qué tendrá la bandera española para que provoque tantos temores? Pasa en la política y en el fútbol. La respuesta es fácil. Bajo su sombra se han cometido montones de salvajadas y de ridículos. Aunque se quiera negar, esos colores tienen un problema con la gente que, en teoría, representa.

viernes, 23 de marzo de 2007

DOS GENIOS

(Publicado hoy en La Opinión de A Coruña)

VALERÓN Y GALEANO

Rodri Suárez

Lo cuenta Eduardo Galeano en El Libro de los Abrazos. Un día, un paisano de un pueblo costero de Colombia subió al cielo. Al bajar y armado de la privilegiada visión que acababa de tener, el hombre sentenció que el mundo sólo era “un mar de fueguitos”. “Hay fuegos bobos que no arden ni queman, pero hay otros que arden la vida con tantas ganas que no los puede mirar uno sin parpadear. Y quien se acerca, se enciende”. Trasladada a un campo de fútbol, la frase define perfectamente a Juan Carlos Valerón. Es un fueguito por su aparente debilidad ingrávida, pero si él juega los suyos también. Y se acaba encendiendo todo, público incluido.

Desgraciadamente, alguien tiene en su poder un muñequito atravesado por alfileres en el que se lee la palabra talento. Por si no llegaba con el fútbol plano y embotellado que los tiempos están construyendo, los pocos paraísos que quedan son castigados por el infortunio. El canario tendrá que volver a pasar por el quirófano y parece muy seria la posibilidad de que no vuelva a pisar un terreno de juego. La confirmación del golpe se produjo el martes, su áspero rumor llevaba varios días circulando por los ruidos blanquiazules, siempre bajo el enfermizo secretismo del club. De hecho, el mensaje oficial era de que todo estaba bien, tal y como incluso afirmó algún jugador importante de la plantilla pocas horas antes del triste anuncio. En eso, el fútbol también está alcanzando trabajadas cotas de estupidez. Normal que molesten los que piden trasparencia. De la media verdad basada en la lógica profesional se ha pasado a la mentira directa. Una exageración. Parece que manejan asuntos de Estado. En eso, Valerón también es referencia. “Si se acaba el fútbol pues hay muchas más cosas”, dijo con leve sonrisa mientras valoraba su posible retirada. Tomen nota.

En todo caso, a nadie se le escapa la porción dramática que tiene para el Dépor y para el balompié un posible adiós obligado del Flaco. Cierto que esa es sólo una probabilidad, pero no pasa nada por centrarse en ella ya. Vuelta a Galeano y a su Libro de los Abrazos. Unos indios lloraban delante de una abuela moribunda en la selva amazónica. “¿Por qué lloran si aún no ha muerto?”, preguntó un extranjero. “Para que sepa que la queremos mucho”, aclararon los nativos. Pues eso. Valerón todavía no se ha retirado. Pero que conozca que ya se le añora. “En un frígido fútbol que exige ganar y prohíbe gozar, este hombre es uno de los pocos que demuestra que la fantasía también puede ser eficaz”. Lo dijo, sí, el gran Eduardo Galeano. Se refería a Maradona. Pero bien podría estar hablando de Valerón, uno de esos fueguitos que encienden el fútbol.

martes, 20 de marzo de 2007

DECISIONES

El escritor y periodista Hunter S. Thompson hizo del disparate una forma de vida y una obra artística. En uno de sus mejores reportajes (incluido en el descatalogado 'La gran caza del tiburón') narra como al empezar el descenso tras un vuelo en avioneta por Centroamérica se dio cuenta de que estaba irremediablemente destinado a la detención policial al pisar tierra debido a la gran cantidad de drogas que trasportaba para consumo propio. Entonces se dirigió a su acompañante y le dijo: "Nunca me han cogido con estupefacientes y esta no va a ser la primera vez". "¿Las tiramos entonces? respondió su compañero, con total normalidad. "No, las tomaremos todas ahora", fue la suicida respuesta de Thompson. Así lo hicieron. Y la cosa resultó bien, dentro de las circunstancias. El caso es que la salida menos racional propició la más positiva de las reacciones. La desmadrada historia que buscaban mejoró a partir de ese momento. Y fue publicada. A veces, las decisiones ilógicas son las más acertadas.

El deportivista Antonio Barragán había salido al campo a ayudar a sus compañeros, pero su función no es marcar goles. Sin embargo, durante el partido contra el Getafe agarró un balón y desde cuarenta metros hizo lo menos probable, disparar a puerta. Lo sistemático hubiera sido un centro o un pase al compañero. Pero se guió por la viscera. Y marcó. Gracias a ese tanto de construcción inesperada, su equipo ganó un partido que estaba muy cuesta arriba. Su decisión fue ilógica, pero acertada.

Palop es portero. No sabía lo que se siente al marcar. Su gloria reside en la destrucción del orgasmo, que dicen que es el gol. Pero la necesidad le llevó al área rival en el último segundo del partido que el Sevilla perdía en Ucrania. Y anotó de un gran cabezazo. Su decisión era loca e incluso un poco absurda, pero fue acertada.

La literatura, el fútbol, la vida, están repletas de guiones preconcebidos, de ideas standard. Pero casi siempre el triunfo más épico está reservado al rebelde, al que hace lo ilógico. Es la gloria del valiente. Debería valer doble.

lunes, 19 de marzo de 2007

MUJERES DE FUTBOLISTAS

(Publicado ayer en La Opinión A Coruña)

RACHA ROSA

Rodri Suárez

A pesar de su condición de cuna del fútbol, en Inglaterra no existe la prensa diaria deportiva. Muchas razones explican ese vacío y pueden ir desde la madurez de los consejos de redacción a la ingente cantidad de revistas que salen de las asociaciones de hinchas o de los propios clubes, la mayoría de ellas de un nivel altísimo, como corresponde al mayúsculo grado de cultura futbolística que desprenden las Islas Británicas. Aunque también existe otro factor mucho menos digno. El lugar de los periódicos deportivos está ya copado por la histórica y agresiva prensa sensacionalista. No hay As ni Marca, pero sí The Sun o Daily News, repletos de historias exageradas y persecución a los protagonistas del famoseo, con especial hincapié en lo más cutre.

En España no existen de manera oficial los diarios amarillos (oficiosamente, algunos se les acercan) pero sí un amplio espectro mediático rosa, con la televisión como punta de lanza. Convive esta información con el a veces desmesurado seguimiento deportivo. Y cada vez más, son dos mundos que colisionan. En esa mezcla también hay niveles. Por un lado está el glamour millonario y selectivo de Victoria Adams y David Beckham, toda una estrella también sobre el césped. Por el otro aparece carne de polígrafo entre marujas y España cañí. Por ejemplo, Nuria Bermúdez y Dani Güiza, delantero del Getafe que sin ser mundialista ni internacional por Inglaterra sí puede presumir de ser uno de los jugadores españoles de moda y hoy, además, la principal amenaza a la que tendrá que hacer frente el Dépor ante el meritorio Getafe de Schuster.

El viernes no fue un buen día para el jerezano. Su racha goleadora (suma nueve tantos y viene de marcar contra Madrid y Recre) le hacía concebir esperanzas de entrar en la convocatoria de la selección. Pero Aragonés no contó con él. Quizá el delantero andaluz arrastra demasiado ruido para alguien tan clásico como el de Hortaleza. La perspectiva de verse abordado por los reporteros de Aquí hay Tomate a la salida del entrenamiento no parece ir mucho con sus maneras. Y seguro que hubiese ocurrido. Güiza es personaje del papel couché. Primero lo fue su actual novia. Y ese emparejamiento sentimental que tenía aspecto de poder ser la puntilla para un ariete dotado pero disperso resultó todo lo contrario. La fama de Nuria Bermúdez no era precisamente la de una posible protagonista de la novelas románticas y limpias de Corín Tellado. Saltó a la fama de los griteríos de la televisión nocturna gracias a confesadas hazañas de cama con personajes de segunda. Entre ellos, algún futbolista. Incluso se habló de uno que militaba en el Dépor a pesar de que los colores de la neumática joven son los merengues del Real Madrid, cuyo escudo lleva tatuado cerca de la ingle. Pero su relación con el balompié no se queda ahí. Ahora es también representante. Y musa de un goleador.

“Soy feliz y esa situación personal me ayuda a rendir mejor”, afirma en cada entrevista Güiza en referencia a la estabilidad que, contra todo pronóstico, le ofrece su amada. La fama del jugador del Getafe tampoco era la mejor. “Les presento al delantero más golfo de España”, dijo hace años el presidente del Ciudad de Murcia el día de su fichaje. Al parecer, las noches impedían la explosión de su calidad rematadora. Hasta que apareció Nuria. Y lo que, chistes fáciles aparte, parecía poner la zorra al cuidado de las gallinas se reveló como un canto al amor y a la profesionalidad. Él se ha centrado. Le dedica cada gol. Van nueve. Ya se le queda pequeño el Getafe. Si mantiene este nivel, quizá algún día pose con su pareja para un tabloide inglés mientras los Beckham se frotan los ojos.

(El Dépor ganó 1-0 al Getafe en otro partido aburrido; Güiza no marcó aunque tuvo una buena ocasión; hay una serie televisiva que se llama Mujeres de Futbolistas y por ahí se ve que hay mucho español que lo que necesita es amor en vista del nerviosismo que se ve en la política).

sábado, 17 de marzo de 2007

GOLES CON TACHUELAS

(Publicado hoy en La Opinión de A Coruña)

SE BUSCAN 'PUNKIS'

Rodri Suárez

Ahora que en Italia empiezan a verse más goles de los normales en aquella defensiva competición es cuando la Liga española ha decidido, sin previas consultas, hacerse con el discutible testigo del catenaccio. Son tiempos de escasas alegrías atacantes, de tácticas cerradas y de talento destruido. El mejor ejemplo fue la reacción de muchos analistas a uno de los pocos encuentros divertidos que se han visto en las últimas semanas, el derbi entre Barcelona y Real Madrid (3-3). "Se vio espectáculo porque fue un choque plagado de errores, especialmente en ambas defensas" fue la deducción que sacaron multitud de analistas después de la orgía ofensiva del Camp Nou. Se recupera así aquel viejo guiño de entrenadores según el cual "el partido perfecto siempre acabará 0-0 porque ninguno de los dos equipos habrá cometido ningún fallo". Maldita perfección. Más bien parece un canto al orden y la ley en su versión más gris. Pero por esos senderos camina el fútbol español. Lo saben bien los seguidores del Dépor, a los que cada vez les cuesta más encontrar el ánimo que les lleve a Riazor o a ponerse ante el televisor. Por espectáculo es difícil que lo hagan. Menos mal que el fútbol todavía se nutre de otros valores, como por ejemplo los colores o el misterio. También algunos futbolistas. En sus manos está cambiar el somnoliento futuro hacia el que camina este deporte.

En tiempos de férrea disciplina, nada es más revolucionario que la creatividad. Está por ver si el futbolista es ahora un rebelde o un acomodado. O hijos del sistema o salvadores de la belleza. En sus pies está. En la de los entrenadores parece que no. "Están condicionados por el miedo, no son creativos y además temen a los jugadores que lo son", dice Jorge Valdano de los que fueron sus colegas en el sensacional libro 'Dios es redondo', del mexicano Jorge Villoro. En él se exponen con maestría recuerdos de grandes momentos futbolísticos, con un denominador común, casi ninguno nació en la pizarra. La sorpresa sigue siendo el valor supremo de cualquier historia.

Quizá haya que buscar ejemplos fuera del fútbol para devolver la diversión a los campos. Podría valer uno que apareció furtivamente por las páginas de los periódicos estos días. Se cumplieron 30 años del nacimiento oficial del punk, datado en Inglaterra en 1977 aunque sus orígenes sean anteriores y de Nueva York. En todo caso la excusa es válida para recordar como en un momento en que el rock vivía apalancado en la monotonía y la autocomplacencia aparecieron unos chicos nihilistas que despreciaron el sistema y se aplicaron al bello lema de "hazlo tú mismo". Tal vez es lo que necesita el fútbol si quiere volver a emocionar.

jueves, 15 de marzo de 2007

TODOS POLICÍAS

Ha sido identificado el hombre que lanzó una botella e hirió al entrenador del Sevilla en el último derbi contra el Betis. Y no es de Elche ni gordo. Porque esos eran algunos de lo datos que dejó la imagen del seguidor que fue identificado como agresor en un primer momento. Se pudo ver su cara en todas las televisiones gracias a un listo que creyó encontrarse ante su momento de gloria mezclado con buena acción de la semana y al final sólo consiguió el ridículo personal. Y dejar claro que el progreso y la educación televisiva han creado otro monstruo, la de la policía civil.

El mal chivato en cuestión es cámara de una cadena local de Sevilla. Después de la tremenda agresión a Juande Ramos convocó a la prensa y mostró las imágenes en las que se veía a la persona que según él "era el culpable sin ningún género de dudas". Al día siguiente, el acusado ofreció su versión y, visiblemente nervioso, proclamó su inocencia. Las investigaciones le han dado la razón. Él no era. Pero durante unos días su vida fue una mierda, gracias a las ganas de convertirse en héroe de un pobre hombre. Así están las cosas. Se ha creado tal paranoia sobre la seguridad y se extiende de tal manera la supuesta división entre buenos y malos que muchos intentan ser policias, sobre todo ahora que cualquiera tiene a su alcance una cámara y el poder de aparecer en los medios sin pasar por ningún tipo de filtro. Y así se logran estas altas cotas de porquería.

Mejor ahorrarse cualquier evidente referencia al 'Gran hermano' de Orwell. Ya es sabido que en él estamos. Con un matiz que en el caso español le añade además un punto cutre. Es este el lugar donde todo imbécil se cree capitán general porque le han dado una gorra y un pito. Lo vi el martes en el concierto de Julieta Venegas. Las azafatas empezaron impidiendo que se fumara. Después, asustadas por perder los míseros doce euros que les darán, empezaron a exagerar sus funciones hasta llamar la atención a los que se levantaban para bailar. Eso en un concierto. De locos. Al final fue la propia cantante la que pidió al público que se levantara. Entonces sí se estuvo quieta la policía de tacones. Ojalá eso les haya hecho reflexionar. Mal mundo este en el que antes todos pensaban que un héroe era, por ejemplo, el que lideraba una revolución y ahora se cree que el bueno es el acusica.

martes, 13 de marzo de 2007

SOSPECHOSOS

La 'Plataforma por un Dépor trasparente y permanente' ha solicitado una Junta General del club para revisar las cuentas. Es su derecho y por ahora lo están ejerciendo con bastante corrección. Sin embargo, desde la directiva del Deportivo se les acusa de un sinfín de conspirativos males ("os iremos desenmascarando", se lee en la revista oficial) y mediante una exagerada nota pública se les ha recordado que no pueden acceder a los datos personales de los accionistas, como dejando caer que en realidad la intención de estos socios es la de obtener información con la que cometer una ola de robos a domicilio. Se les trata como sospechosos desde el primer minuto. Los aislamientos que genera el poder provocan estos rechazos, estos odios al que reclama lo que le corresponde. Ocurre en muchos sitios.

Los funcionarios del Ayuntamiento de A Coruña iniciaron ayer una acampada en el centro de la ciudad para protestar por su situación laboral. Pero esa acción les costó una larga negociación porque al llegar al sitio elegido se encontraron con un despliegue apocalíptico de fuerzas del orden. Otra exageración. El objetivo, como en el caso del Dépor, es crear una imagen distorsionada. Se plaga el recinto de antidisturbios y así se vende la sensación de que esos pacíficos sindicalistas realmente planeaban lanzar cócteles molotov contra las viejecitas que paseban por los Cantones y sí no lo hicieron fue gracias al acertado dispositivo de seguridad. En estas porquerias estamos. Los mismos que defienden la generosidad de un estado en el que está vigente la presunción de inocencia son los que, silenciosamente, han implantado la presunción de sospechabilidad. Todos somos delincuentes mientras no se demuestre lo contrario.

lunes, 12 de marzo de 2007

FLOR DE AZAR

Con mi relación con el azar, Paul Auster no tendría ni para media página. La conexión más fructífera que he establecido con la fortuna standard (también llamda Apuestas del Estado) son los ocho euros que gané la semana pasada por acertar tres en la Primitiva. Lo más animado que me ha ocurrido con estos juegos es la tensión que se sufre con el habitual olvido de sellar la combinación fija y saber que repasar la ganadora puede ser sinónimo de depresión eterna en caso de acierto evaporado por la mala memoria. Aunque, por lo menos, ese de millonario frustrado sería un destino literario, con un punto atractivo. Puede que hasta preferible a la miseria de los ocho euros. No dan ni para comprar un partido en el PPV. Y esa es otra llamada a la suerte. Es difícil encontrar un encuentro que valga la pena. Los del Dépor, se vio otra vez el domingo en el Calderón (2-0) son una patata. Un gasto inútil, como el de la Primitiva.

Sin embargo, sí se vio un partido extraordinario este fin de semana en la Liga. Fue el Barça-Madrid (3-3). Decidí verlo y acerté. También es suerte. Hubo espectáculo porque las tácticas defensivas saltaron por los aires. Y yo que lo vi. Me tocó. Es cuestión de azar. Y de insistencia. Una de las verdades más utilizadas dentro del amplio repertorio del esclavismo camuflado es aquella que dice que la fortuna (como las musas) deben cogerle a uno trabajando. O sea, sellando sin parar en el estanco de la esquina o viéndose todos los partidos que se pueda. Mentira. Justo cuando los avances deberían llevarnos hacia una sociedad del ocio casi pleno es cuando estamos más cerca de una sociedad del esfuerzo. Para olvidarlo tienen el detalle de dejarnos plena libertad con la primitiva o el fútbol. A ver si en eso tenemos suerte. En lo importante se la han quedado ellos.

domingo, 11 de marzo de 2007

OBRAS

(Publicado hoy en La Opinión de A Coruña)

LA HINCHADA ELECTORAL

Rodri Suárez

Las relaciones entre fútbol y política pueden ser de dos tipos. La primera está muy extendida, aunque a veces se quiera convertir en invisible, y de ella derivan rivalidades como la que ayer enfrentó a Barça y Real Madrid, encuentro convertido desde hace mucho tiempo en un duelo entre el catalanismo y el españolismo, con todo la injusticia que ello acarrea para los seguidores blancos o blaugranas que no se identifican con esas ideas. Pero manda la mayoría o la simbología, y ellas han convertido en realidad esa consideración. Por otro lado, está la vertiente más pura e inmediata, aquella en la que política y balompié se dan la mano o se rechazan de una forma más local y concreta. En A Coruña, con el eterno pleito entre Deportivo y Ayuntamiento, el tema es conocido. También en ciudades cercanas como Oviedo o Vigo. Se cuenta que en una ocasión se encontraron los regidores de estas dos ciudades y durante una charla trivial el asturiano aconsejó a la gallega que “se metiera en todo menos en el fútbol”. Lo afirmaba basándose en el gran rechazo social que provocó su apuesta por un Oviedo artificial mientras se hundía el de toda la vida. Las hinchadas son un importante y muy ruidoso cuerpo electoral. Lo saben los gobernantes, aunque en distintas escalas. El último en despertar a esa problemática ha sido Alberto Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid. Su quebradero de cabeza es la afición del Atlético de Madrid, rival del Dépor esta tarde.

La colchonera es una masa que siempre ha presumido de popular hasta llegar al límite de hacer de su papel oprimido una seña de identidad, lo que ha generado un conformismo victimista que muchas veces ha sido el principal freno del club. En ese imaginario, la preferencia de las elites por su eterno rival blanco es uno de los temas centrales. Los acontecimientos parecen empeñados en darle la razón al pueblo rojiblanco. El último episodio entronca con las múltiples y muy parodiadas obras con las que el Ayuntamiento de Gallardón ha sembrado Madrid. La remodelación de la M-30, que pasa por debajo de la tribuna del Vicente Calderón, ha convertido en una sacrificada odisea el acceso de los seguidores atléticos a su propia casa. Las peñas ven detrás de tanta barrera una oscura mano gubernamental interesada en trasladar el club al estadio de La Peineta, algo ante lo que la mayoría está en contra.

La asistencia al campo ha descendido bastante en los últimos meses, algo que suena a herejía para una afición que fue capaz de responder de forma multitudinaria a los dos años en Segunda. Lo que pasa es que llegar al Calderón es una odisea. Hay que superar vallas, barrizales, los buses de las peñas son estacionados a cientos de metros y al otro lado de la M-30, no hay aparcamientos particulares, los atascos son crónicos y el transporte público no ha incrementado sus efectivos para paliar los inconvenientes. Por todo ello, las agrupaciones rojiblancas convocaron un acto de protesta contra el consistorio hace tres semanas. El equipo de Gallardón se puso “a su disposición” inmediatamente. Hay mucho en juego. En poco tiempo son las elecciones municipales. Sin embargo, las soluciones son complejas. Sobre todo si se atiende a las sospechas de los seguidores colchoneros. “El Ayuntamiento mantiene las penurias para que ir al Calderón sea cada vez más incómodo y obligarnos a la masa social a aceptar la mudanza a La Peineta”, señalan. Con esa operación se liberaría suelo y encontraría una razón de existencia el estadio público. Pero las hinchadas son raras y rebeldes. Además votan. Lo sabe Esperanza Aguirre, rival de Gallardón dentro del PP madrileño. En medio de la actual tormenta se ha dejado fotografiar sobre el césped del Calderón con una rojiblanca camiseta. Ya se sabe que a río revuelto, ganancia de pescadores. Río Manzanares, en este caso.

sábado, 10 de marzo de 2007

LAS NUEVAS ESPARTAS

Ayer fue día de cine. Los viernes, a cuento de los estrenos, periódicos, teles y radios dedican algo más de tiempo del habitual a las pantallas, incluso por encima de acontecimientos como el Barça-Real Madrid de hoy, que esta vez no es partido del siglo, hora era. El caso es que de una de las películas de las que más se oye hablar (aunque creo que todavía no la han estrenado) es de la llamada '300', basada en el comic de Alan Moore sobre la batalla de las Termópilas. Persia, Atenas y Esparta. Sobre esta última circula mucha leyenda negra. Ciudad de guerreros, al parecer llevó al límite la selección natural. Según se cuenta, los niños eran confinados en centros especiales y al llegar a determinada edad sólo los válidos para la lucha sobrevivían, el resto era sacrificado. Ya no hay vidas en juego, pero tampoco han cambiado tanto los razonamientos.

Hoy se juega el clásico de la Liga. Y muchos chavales quieren ser Ronaldinho o Raúl. Siempre ha sido así. Con un matiz, ahora cada vez son más los padres que convierten esa lógica idolatría en una causa vital. Nunca se han visto tantos mayores ni tan desesperados como en los partidos de niños de la actualidad, llenos de progenitores que sueñan con unos hijos famosos y millonarios. La inmensa mayoría no lo conseguirá, y cargará con un estúpido fracaso que no es tal pero que ha alcanzado ese estatus bajo la dominante cultura del éxito fácil. Lo mismo pasa con los jóvenes aprendices de cantante O.T o famoso de Salsa Rosa. Ahora todos colaboran en una nueva selección natural, menos cruenta que la de las Termópilas que igual de cruel. Se quiere dividir a los niños entre los posibles 'triunfadores' y el resto. Gran mentira que además sembrará la calle de juguetes rotos. Pero así está el mundo, lleno de nuevas Espartas detrás de cada casa familiar. Mientras, crear nuevas Atenas parece estar mal visto, por aburrido. Se ve que no conocen las juergas que se corrían muchos filósofos.

viernes, 9 de marzo de 2007

REFRANERO

(Publicado hoy en La Opinión de A Coruña)

CUARTOS O QUINTOS

Rodri Suárez

Los refranes son muy traicioneros. Suelen referirse a una verdad, pero llevan la trampa tatuada en cada frase, o en la piel de algún hermano. Clásico es callar al que dice que “no hay dos sin tres” recordando que “a la tercera va la vencida”. Así que no hay dicho absoluto y sí mucha contradicción. Y dobles sentidos, lo que por cierto es una mina para los tópicos de la escritura futbolística. En los clubes se usa profusamente lo de que “lo difícil no es llegar, es mantenerse”. Lo que no especifica es la meta que se alcanza, truco que permite adaptar el refrán a gusto del consumidor.

En el Deportivo siempre han usado con fervor orgulloso y un pelín autocomplaciente la capacidad para sobrevivir en las alturas. Durante temporadas se recordaba a la mínima oportunidad que casi ningún equipo de la Liga había sido capaz de clasificarse a seis Ligas de Campeones consecutivas. Era un logro espectacular, desde luego. Y lo es más visto desde la perspectiva actual, cuando las maravillosas jornadas europeas se ven con tanta lejanía. Los senderos gozosos que recorrieron los blanquiazules a principios de siglo ya no son factibles por un sinfín de causas que empiezan por la mala planificación hasta llegar a la simple lógica del fútbol. Pero el Dépor todavía está en condiciones de ser fiel al refrán y hacer lo difícil: mantenerse. Sólo hay que cambiarle un poco el sentido y entonces se verá un éxito menor pero también destacable que del que seguro pronto empezarán a presumir en la Plaza de Pontevedra. Algo ya han ido deslizando.

Lo normal es que el equipo de Caparrós mantenga la categoría. Plantilla para ello tiene de sobra. Por lo tanto y si no vuelven a aparecer las dinámicas negativas de hace unos meses, el Deportivo cumplirá dieciséis campañas consecutivas en Primera División. Para muchos será un dato que no diga demasiado. Para los más veteranos o los más sabios (el conocimiento no es una cuestión de edad) resulta la prueba de una gran etapa, especialmente si se colige con otros clubes de la categoría. Y puesto que la vida es comparación hay que hacerlo.

Con la Real Sociedad casi en Segunda, el Dépor ya tiene asegurada con su permanencia convertirse en el quinto club con más años seguidos en la elite estatal. Y aún podría mejorar ese registro si a los donostiarras les acompaña en el descenso sus vecinos del Athletic, lo que más allá de colores sería una desgracia para el fútbol mundial. Pero en ese caso, los blanquiazules serían los cuartos, sólo superados por Madrid, Barça y Valencia. Meritorio. No pueden presumir de ello Atlético, Sevilla o Zaragoza. Si es que no se contenta el que no quiere, que diría un refrán.

jueves, 8 de marzo de 2007

UTILIDADES DEL TIEMPO

En medio de todo el ruido derivado de que el Real Madrid también cayó en Champions se me va la mirada a la épica del modesto Celtic, que puso contra las cuerdas al Milan y sólo fue derrotado en el tiempo añadido. Vivir en prórroga se llama este diario. Intenta referirse a la sensación de haber ampliado una estancia, como reconocimiento a la resistencia, a lo bueno que siempre puede estar por venir y también para mezclar un término vital y uno que se relaciona con el fútbol, los dos ejes de todo lo que se escribe por aquí.

Sin salir de los asuntos temporales pienso en Old Trafford, donde el Manchester dejó atrás al Lille. La hiperactividad mental no me da tregua y relaciono ese partido con los relojes parados en determinado momento. En el estadio del United luce uno con las manijas paradas en la hora y el día en que un accidente de avión segó la vida de uno de los mejores equipos de su historia hace casi medio siglo. Ocurrió en Múnich. Y ese reloj parado sirve de homenaje. Pero el resto siguen adelante. No se han frenado. Por otro lado y según me contaron unas amigas hace poco, los que sí que se han detenido para siempre son los de la casa del escritor Jose Saramago. Todos marcan las 16.00 porque esa fue la hora en que conoció a su mujer. Ofrece dos lecturas. Una es de innegable romanticismo, otra (la defendida por los que piensan o pensamos por las circunstancias momentáneas que el enamoramiento tiene mucho de trastorno psicológico agridulce) es la de final, que en ese minuto se acabó la lucha y empezó la acomodada, y quizá feliz, rendición. Que es una exageración, en definitiva. Pero es difícil asegurarlo con rotundidad. Sea lo que sea, lo seguro es que yo prefiero el emocionante tributo del reloj de Old Trafford, donde el tiempo se paró para que todo siga.

miércoles, 7 de marzo de 2007

LA NACIONALIDAD DE UNA DERROTA

La verdad ya no es algo importante. Ahora ha sido sustituida por la insistencia. Se repite una mentira muchas veces y así se convence a la masa. Es una situación fácilmente perceptible en política estos días, que son de bronca. Como en el fútbol. Yo aún sigo intentando saber si un equipo juega por la gloria propia o por la derrota del que está enfrente. La rivalidad, le llaman. Ayer eliminaron al Barça de la Champions. El madridismo lo celebra. La de azulgranas y blancos es una confrontación que va más allá de las puramente futbolísticas (como pueden ser el Dépor-Celta o Liverpool-Manchester United) y se adentra en terrenos sociales con la disputa entre la Cataluña periférica y la España centralista como fondo de pantalla. Es el tema de moda en la política hispana: la defensa de la unidad estatal. No se escatiman falsedades. Muchos de los que defienden con agresivo fervor la sagrada y obligada permanencia de catalanes, vascos o gallegos bajo la bandera rojigualda son los mismos que en el café festejan la eliminación blaugrana a manos de un equipo inglés porque “no son españoles”. ¿No les están dando la razón entonces? Tiempos confusos estos.

Hoy hubo pelea dialéctica en el Senado. El PP recuperó la confirmada teoría por la que algunos miembros del antiguo PSOE estaban detrás del GAL, aquella banda terrorista que atacaba en los ochenta a miembros de ETA y también a vascos que nada tenían que ver con ella. Era la guerra sucia. La pena de muerte. Su recuerdo se vuelve a usar por parte de la derecha como algo abominable. Pero si tan horroroso les parece ¿por qué en sus manifestaciones se grita “contra Eta metralleta” que era justo lo que hacía el GAL? ¿Si no ven en los catalanes auténticos españoles por qué les niegan que decidan su propio futuro? ¿Consideran española la última Champions, que fue ganada por el Barça? Demasiada contradicción. Pero es igual. El rigor también ha sido reemplazado por la insistencia.

martes, 6 de marzo de 2007

DÍA DE ARRANQUE

Hoy es 6 de marzo. De 2007. Hace cinco años, el Dépor firmó el llamado Centenariazo y yo pude contarlo en un periódico que se agotó de mañana. Se ve que el periodismo tiene cosas buenas. Es un buen día para empezar a escribir un blog. La cábala es importante. Hoy mismo escribí unas líneas para La Opinión sobre aquel día. Se publicaron y se pueden encontrar en www.laopinioncoruna.com. Para los más vagos las reproduzco aquí.


EL DÍA QUE VALIÓ CIEN AÑOS


Uno de los encantos más misteriosos del fútbol es aquel que a veces plantea el interrogante de si un equipo juega por su gloria o contra la gloria del adversario. Lo correcto es asegurar lo primero, pero después resultan habituales esas situaciones en las que una afición a la que no le va nada en un envite solicita lo máximo a sus futbolistas con el único propósito de así dañar a uno de los llamados “eternos rivales”. Las reglas tribales del balompié permiten este tipo de actitudes, a pesar de que resultan tan fronterizas que pueden degenerar, se vio en el último y doloroso derbi sevillano. Por lo tanto, quizá lo normal sea adoptar la vía intermedia. Se juega por el triunfo propio, pero también por negarselo al que está enfrente. Ahí debería quedar. Así ocurrió hace hoy justo cinco años, cuando el Deportivo conquistó su segunda Copa del Rey el mismo día que su contrincante de aquella noche, el poderoso Real Madrid, celebraba con pompa y boato sus cien años de historia. Todo estaba preparado para la imperial fiesta blanca, pero los coruñeses escribieron contra todo pronóstico una de las páginas más bellas de su amplio capítulo de hazañas. Ocurrió un 6 de marzo de 2002, un día que valió por un siglo.

El fútbol no es sólo un deporte en el que se busca el éxito para el disfrute propio y en ocasiones por el batacazo ajeno sino que es también un espacio de magia y justicia poética capaz de superar sus propios límites. Gran parte de su heroica explora el baúl de la superación, ese en donde el minúsculo David acaba con el gigantesco Goliat. Los mitos, en definitiva. En su disciplina, el Real Madrid lo es. Con aquella gesta el Dépor se añadió a la lista. La acta de su ingreso se conoció como Centenariazo. Así será por muchos años. Hay recuerdos capaces de despojarse de la fecha de caducidad para pasar al terreno de las efemérides perpetuas. Los más osados consideran que allí empezó a cocerse el derrumbe del lujoso Real Madrid de Florentino Pérez. Es discutible pero no innegable. Porque la fecha que abrió un bache de un club que ahora arrastra cuatro campañas sin títulos se produjo contra el Zaragoza dos temporadas después, también en una final copera. Los futbolistas merengues tuvieron muy presente la debacle contra el Dépor en los prolegómenos de aquel encuentro. Seguro que a medida que les fallaba el fútbol contra los maños aquel recuerdo se convirtió en paralizante pesadilla. Por lo tanto, si el Centenariazo no fue el tronco que tumbó a los galácticos, desde luego sí que fue la semilla de donde nació.

Porque para entender lo que significó la machada de hace cinco años hay que tener presente lo que era aquel Madrid. Toda la fama de equipo gubernamental, centralista y algo chulesco que acompaña al club blanco (el mejor del siglo pasado según la FIFA y también según un tremendo historial) fue reforzada por el Florentinato, etapa en la que el palco del bernabéu parecía el mayor centro de poder de España. La entidad madrileña había recuperado su mejor versión futbolística gracias a su indudable capacidad pero también a base de talonario después de una operación urbanística que muchos consideraron un pelotazo en toda regla. Ficharon a Zidane y Figo y construyeron un equipo destinado a ganar todo sin bajar del autobús. Sobre todo en su campo y el mismo día que cumplían cien años. De hecho, el choque contra el Dépor parecía un mero trámite anterior a una fiesta más que planificada. No contaban con el sensacional equipo que tendrían enfrente. Ni con su impresionante afición.

25.000 hinchas deportivistas se desplazaron a Madrid un día laborable. Ya llenaban la zona norte del estadio mientras la contraria estaba completamente vacía. Djalminha salió a ver el ambiente mientras los que serían titulares se vestían en la caseta. Mauro le preguntó: ¿Hay mucha gente”. Su compatriota se lo dejó claro: “Está toda Coruña ahí fuera”. Muchas imágenes dejó aquel partido. Pero la más simbólica no fue captada por ninguna cámara. Media hora antes del pitido inicial, Molina salió a calentar. Los seguidores deportivistas rugieron. El meta les respondió alzando los dos puños en señal de rabia y como celebrando un gol. Fue el primero aunque no subiera al marcador. Allí había unos guerrilleros. Enfrente, unos acomodados.

Derrochó garra el Dépor durante el encuentro. En una pequeña gresca, Molina volvió a dejar la foto preponderante. Se encaró a Raúl (el referente madridista) y ahí ya se vio claro que Goliat vestía de blanquiazul. O mejor dicho Hércules, que “agrandó su leyenda” esa noche según se podía leer en la crónica de LA OPINIÓN al día siguiente, con A Coruña enloquecida de felicidad. A las doce de la mañana ya se había agotado toda la tirada, en cuya primera página se veía al equipo posar con la Copa junto al clarificador titular que afirmaba que “el Dépor baila merengue”. Vaya si lo hizo. Y es que no sólo de fuerza se nutrió aquel legendario triunfo.

El equipo que dirigía Irureta era también un prodigio de clase y definición. Sergio marcó el primer tanto entre las piernas de César. Tristán hizo el segundo tras una jugada de Valerón. Mauro fue omnipresente y Fran levantó el título ante los enrojecidos aplausos de Lendoiro. Después vino la gran fiesta. En el mismo local reservado para la del Madrid. Pero el 2-1 sonrió al Dépor. El mito fue blanco, pero con gallegas franjas azules.