Con la milonga del Estado Autonómico se suelen tachar de anacrónicas las acusaciones de centralismo. Pero los hechos, como siempre, son los que dan y quitan razones, no las frases hechas. Ayer, un novedoso programa televisivo mostró al Presidente del Gobierno enfrentándose a las preguntas de 100 ciudadanos (el día que se haga eso con el Rey sea creíble el toque democrático que se le quiere conceder al asunto). Como la reseñable anécdota está suplantando al enfoque, pues la mayor huella que dejó la entrevista colectiva fue el supuesto fallo de Zapatero al decir que un café vale alrededor de 0,80 euros. Resulta que en bastantes ciudades y sobre todo en Madrid cuesta algo más. En muchísimos otros sitios sí existe un precio similar al que indicó el presidente. Pero parece que sólo existe Madrid. Lo prueban las encuestas televisivas que hoy realizaron algunos reporteros. Todas hechas en la capital. Allí anda por 1,20.
En fútbol pasa algo parecido. Los 'popes' de los grupos de opinión viven en el centro imperial (ciudad repleta de virtudes, también). Y en base a esa visión sesgada juzgan y presionan. El deportivista Arizmendi es un jugador correcto, con más futuro que su buen pero limitado presente. Pero le llegó hacer un partidazo contra el Real Madrid para ser internacional español y que el Atlético pretenda repescarlo. A esas exageraciones reduce todo el centralismo. A que los demás sólo existan cuando se relacionan con el lugar que manda.
1 comentario:
Pero Zapatero vive en Madrid. ¿Qué más da cuánto cueste en Teruel? No sabe cuánto cuesta en la ciudad donde vive.
De todas formas, es bastante significativo que lo más criticado por la derecha haya sido esa repuesta. Si sólo se equivocó en el precio de un café, si sólo eso mereció ser portada de los periódicos habiendo tratado tantos y tan importantes temas... es que tan mal no lo hizo ¿no?
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